Un enfoque combinado
El invierno —los meses de diciembre, enero y febrero— no ayuda a ser discreto, ya que las huellas en la nieve permiten rastrear los movimientos de las tropas, especialmente desde el aire. Al mismo tiempo, la nieve es un material de camuflaje al alcance de cualquiera y las grandes nevadas permiten esconder el material bélico y las huellas dejadas por las tropas.
La experiencia de dos conflictos armados en Chechenia reveló una desventaja significativa de las indumentarias de camuflaje blancas usadas por las tropas federales rusas. En los bosques del Cáucaso, las siluetas de los soldados se veían perfectamente superpuestas sobre la vegetación y los árboles —incluso a largas distancias—.
Vendas y 'trompas'
Con tal de camuflar sus rostros, los efectivos de reconocimiento acostumbran a vestir pasamontañas blancos únicamente con dos agujeros para los ojos. Estas prendas a menudo tienen una especie de 'trompa' que se pone bajo el uniforme. Dicha 'trompa' sirve para redirigir el vapor que sale de la boca hacia la parte interior de la ropa. Esto permite reducir la visibilidad del soldado y, a la vez, conservar el calor.
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Los cascos a menudo se tiñen de color blanco, se empapelan o se forran de tela blanca. Lo más fácil en este caso es ocultar las armas: para ello, basta con envolverlas con vendas blancas del botiquín de primeros auxilios.
Los que sufren especialmente durante el invierno son los francotiradores, que deben pasar completamente desapercibidos tumbados sobre la nieve mientras esperan a su blanco durante horas. Con tal de no morir congelados, los francotiradores construyen diferentes tipos de escondites para protegerse y mimetizarse con el entorno.
Incluso el más mínimo sonido puede escucharse a largas distancias durante las noches de invierno. En los años de la Gran Guerra Patria —la guerra soviética contra la Alemania nazi de 1941-1945— los efectivos de las tropas de reconocimiento soviéticas empleaban diferentes tipos de trucos para acercarse al enemigo sin ser advertidos.
Los soldados a menudo pegaban trozos de abrigos de piel a las suelas de su calzado invernal, mientras que otros envolvían su calzado en telas hechas de materiales elásticos, lo que también permitía reducir el ruido significativamente.








Redes y periódicos
Se considera que es mucho más difícil camuflar vehículos blindados que tropas. Su desventaja principal es su alta visibilidad durante los meses de frío. Es especialmente complicado ocultar un tanque de 40 toneladas en cuestión de horas. En estas condiciones, los equipos de carros de combate deben actuar con la máxima cautela y aprovecharse del terreno en el que se libra la batalla.
Por ejemplo, en febrero de 2017 las tripulaciones de tanques de las Fuerzas Armadas de Bielorrusia, que habían sido puestas en alerta máxima por unas maniobras, lograron camuflar sus carros de combate en tan solo media hora. Para ello emplearon periódicos antiguos y los pusieron sobre los blindajes. Con las bajas temperaturas, el papel se congeló y se pegó al metal de los tanques por completo.
Los militares pudieron cumplir con todos sus objetivos y además demostraron, una vez más, que la astucia de los soldados no conoce límites.