El 25 de ciciembre Mutkó anunció que suspendía su trabajo como presidente de la Unión de Fútbol de Rusia (RFS, por sus siglas en ruso) mientras dure su pleito con el COI.
Los deportistas rusos autorizados podrán competir en las próximas olimpiadas solo bajo la bandera neutral.
El organismo apartó también a varios altos cargos del deporte ruso, entre ellos Mutkó, de todas las actividades relacionadas con los Juegos Olímpicos.
Moscú negó en repetidas ocasiones cualquier vínculo del Gobierno o de las instituciones, servicios u organismos públicos con los casos de dopaje entre los deportistas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que el escándalo en torno a los deportistas rusos se instiga de cara a las elecciones presidenciales de Rusia, previstas para marzo de 2018.