"Al tomar la decisión sobre el envío de semejantes tipos de armas a Kiev, EEUU y Canadá abren la caja de Pandora y de hecho se involucran en el conflicto interno ucraniano, vuelven a atizarlo y a internacionalizarlo", dijo el diplomático.
Señaló que los instructores de EEUU y Canadá y otros países de la OTAN que se encuentran en Ucrania se considerarán como participantes de una guerra civil en el sureste de Ucrania.
Subrayó que Moscú está preocupado por los planes de EEUU de suministrar armas letales a Ucrania.
"Hablamos abiertamente con nuestros socios estadounidenses sobre nuestra preocupación en torno a los suministros a Ucrania de armas letales", dijo Karasin.
Asimismo, el Gobierno de Rusia expresó su temor de que las armas letales que Estados Unidos y Canadá planean entregar a Ucrania terminen en manos de los terroristas.
"¿Qué garantías tienen Washington y Ottawa de que sus armas letales no terminarán en otras manos, por ejemplo de los terroristas?", advirtió el viceministro ruso de Exteriores Grigori Karasin.
"Hemos advertido de todo esto a Estados Unidos y a Canadá y les instamos a analizar de nuevo las consecuencias que podrían causar sus pasos descabellados", subrayó.
La semana pasada AP, informó que EEUU había aprobado el plan para suministrar a Ucrania misiles antitanques Javelin.
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El 12 de diciembre el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2018, que prevé asignar unos 350 millones de dólares para la ayuda militar a Kiev.
El 13 de diciembre el periódico oficial del Gobierno canadiense The Canada Gazette comunicó que Canadá "incluirá a Ucrania en la Lista de Control de Armas de Fuego Automáticas (AFCCL, por sus siglas inglesas)", lo que permitirá a las empresas canadienses exportar "ciertas armas de fuego prohibidas" para Kiev.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.
Los cascos azules
El plan de los países occidentales sobre la misión de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Donbás tiene por objetivo ayudar a Kiev a recuperar esa región por la fuerza, declaró Grigori Karasin.
"Vemos que Kiev y sus aliados se muestran hostiles hacia nuestra iniciativa de compromiso sobre una misión de la ONU que contribuya a proteger a la Misión Especial de Observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE); en cambio, proponen un plan inviable de una operación 'pacificadora', destinada de hecho a recuperar por la fuerza el control de la región por parte de Ucrania mediante el uso de un contingente internacional", dijo.
El Ministerio de Exteriores ruso se ha mostrado preocupado por los intentos de dilatar el estudio del borrador ruso sobre la misión de paz en Donbás.
Según un reporte del diario The Wall Street Journal, que cita a fuentes diplomáticas de Estados Unidos y la Unión Europea, Washington tiene previsto proponer un plan para desplegar a 20.000 soldados de paz internacionales en Donbás.
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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó su apoyo al envío de los cascos azules a Ucrania siempre y cuando su misión consista en garantizar la seguridad de los observadores de la OSCE y no se extienda más allá de la línea de separación entre las tropas del Gobierno ucraniano y las milicias de Donbás.
Karasin recordó que, según el proyecto ruso, "el contingente de la ONU se desplegará en la zona del conflicto después de la retirada de las armas pesadas", mientras que su emplazamiento "se coordinará obligatoriamente con las autoridades tanto en Kiev como en Donetsk y Lugansk".
Destacó que esa iniciativa "se corresponde al ciento por ciento con el espíritu y la letra de los Acuerdos de Minsk, que siguen siendo la base de la solución al conflicto ucraniano".
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En cuanto al plan de Ucrania y los países occidentales, el vicecanciller ruso indicó que pretenden "establecer lo antes posible una administración civil y militar de la ONU que dirija todo lo que suceda en la región".
"Obviamente se trata de una tentativa de poner todo patas arriba y enterrar los Acuerdos de Minsk", advirtió.
Karasin resaltó también que, a pesar de que los Acuerdos de Minsk prevén un estatus especial para Donbás como parte de Ucrania, "en realidad vemos el proceso inverso".
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
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Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.