"Pienso estas Navidades en Londres y Manchester, cuyas poderosas identidades brillaron en los últimos 12 meses pese a los terribles ataques", dirá la monarca, de acuerdo con el avance distribuido a los medios.
La importancia del "hogar", ya sea el techo familiar o la morada nacional, destaca en la misiva que Isabel II grabó días atrás en el Palacio de Buckingham.
"Pensamos en nuestros hogares como lugares de afecto, de familiaridad y de amor", afirma haciendo hincapié en el "eterno" atractivo de la casa individual y colectiva.
La familia real británica pasa los días en torno a la Navidad en Sandringham, la residencia privada de la matriarca Windsor ubicada en el condado de Norfolk, al este de Inglaterra.
Los historiados palaciegos recuerdan que es la primera vez que la novia de un miembro de la familia real se une a la tradicional comida de Navidad.
Isabel II encabezó la comitiva que acudió por la mañana a misa en la capilla del recinto monárquico y saludó al público apostado en el camino, como dicta ya la tradición.