El vicepresidente de la Comisión de Defensa, Yuri Shvitkin, comentó al diario Nezavisimaya Gazeta que la respuesta de Rusia dependería de la magnitud de las consecuencias de la nueva ampliación de la "lista negra" estadounidense.
"Hay que ver el efecto que tendrán estas sanciones. Está claro que están politizadas. Está claro que nuestra posición es responder de manera simétrica en caso de que sea necesario. Mi opinión personal es que si las restricciones causan un daño notable a nuestras compañías, entonces deberemos introducir algunas medidas de represalia", señaló el político.
"EEUU está intentando probar misiles balísticos que van más allá del Tratado. Están violando las normas del derecho internacional, pero quieren endosar esta responsabilidad a nuestro país, lo cual es absolutamente incorrecto. Los estadounidenses buscan demostrar a la comunidad internacional que son los buenos y nosotros los malos. Pero seguimos estrictamente todas las disposiciones del Tratado INF", explicó.
El 19 de diciembre Washington anunció la imposición de sanciones contra dos organizaciones rusas —el buró de diseño Novator y el centro federal de investigación y producción Titan-Barrikadi— por supuesta infracción del acuerdo.
"EEUU prepara a la opinión pública para su retirada del Tratado INF" https://t.co/gYoixcvOr6
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 11 декабря 2017 г.
La reacción del Ministerio de Exteriores de Rusia fue inmediata: el vicecanciller Serguéi Riabkov declaró que "EEUU toma el rumbo hacia la ruptura del Tratado INF y busca un pretexto".
"Hemos solicitado en repetidas ocasiones que los estadounidenses presenten algunas evidencias para comprobar sus acusaciones sin fundamento. Pero nunca lo han hecho, ni siquiera en la reunión de la Comisión de Control Especial sobre el Tratado INF, celebrada hace una semana".
Los expertos rusos opinan que la posible ruptura del acuerdo de misiles entre Rusia y EEUU tendría un impacto negativo, sobre todo, para Europa.
"Las consecuencias pueden ser muy tristes para la seguridad europea. Se repite la situación de los años 80 del siglo pasado, especialmente teniendo en cuenta que las relaciones entre Rusia y EEUU están completamente deterioradas. Esto significa que habrá una nueva ronda de la carrera de armamentos nucleares, que socavará la estabilidad en el continente europeo", comentó al diario el ex jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia, general coronel Víktor Esin.
El acuerdo, suscrito por Estados Unidos y la Unión Soviética en 1987, eliminó toda clase de armas nucleares, como misiles balísticos y de crucero con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.
La eliminación de estos arsenales se completó en los años 90 y fue confirmada por inspecciones recíprocas.
Sin embargo, Rusia y EEUU se han acusado mutuamente en varias ocasiones de desarrollar sistemas que violan este pacto.