De acuerdo con un artículo de Rossiyskaya Gazeta, China ha superado la idea de la Gran Ruta de la Seda y ahora busca consolidarse como potencia marítima. Esto se puede evidenciar en los últimos proyectos de Pekín, como lo es la Ruta de la Seda sobre Hielo.
Según la investigadora, China está desarrollando una "nueva conciencia oceánica" en la nueva generación. La razón es el deseo de acercarse a los países estratégicamente importantes del océano Índico, la región productora de petróleo del golfo Pérsico y la urgencia de dominar importantes rutas de transporte del mar de China Meridional.
En este sentido, es más ventajoso viajar a lo largo de la Ruta de la Seda sobre Hielo, enfatizan los expertos rusos. El primer barco portacontenedores chino pasó por el océano Ártico en 2013 rumbo a Rotterdam. En 2017, 11 barcos chinos obtuvieron permiso para pasar por esta ruta, incluso, en septiembre de este año, un buque mercante chino que cruzaba el océano Ártico ancló en San Petersburgo para reabastecerse en su paso.
Esta ciudad es el verdadero corazón marítimo de Rusia desde hace cuatro siglos, subrayó el gobernador Gueorgui Poltávchenko.
"De ninguna manera, la Ruta de la Seda marítima debe restringirse solo a los territorios del sur. Por el contrario, es necesario diversificar los flujos de transporte desde China a Europa, y a través de todo el continente euroasiático se debe extender una red de corredores de transporte. Al mismo tiempo, es importante que la cooperación se base en una plataforma multilateral que involucre a todas las partes interesadas", concluyó el politólogo Konstantin Pántserev de la Universidad Estatal de San Petersburgo.