Johnson y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, abordaron varios temas de la agenda internacional y bilateral. El ministro británico ya tenía que haber visitado Moscú en abril, pero en aquella ocasión canceló su visita debido a un ataque con armas químicas perpetrado en Siria. El Reino Unido llegó a acusar entonces a las fuerzas gubernamentales del país árabe de estar detrás de la acción y, de rebote, a Rusia. Antes de iniciar las negociaciones, Johnson criticó duramente la política exterior del Kremlin. Lavrov, por su parte, rechazó todas las acusaciones y solicitó de nuevo que se realizara una investigación independiente sobre el ataque químico en Siria.
Según palabras del propio canciller, las relaciones entre Moscú y Londres son realmente "complicadas". A su vez, el ministro ruso calificó el encuentro con Johnson de "muy oportuno" y destacó que estas conversaciones tenían como objetivo definir pasos concretos para mejorar las relaciones bilaterales.
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Por su parte, Johnson señaló que Moscú y Londres han de revisar los temas que obstaculizan las relaciones bilaterales y en particular se refirió a la situación en Ucrania y a la ciberseguridad. El canciller británico subrayó que "es preciso hablar de esas cosas" de manera honesta y "admitir que obstaculizan nuestras relaciones".
Cooperación pese a todo
"Probablemente nuestras posturas no coincidan, en particular sobre Corea del Norte, pero perseguimos un único objetivo, que consiste en que haya paz y seguridad en la península de Corea y que la península adquiera un estatus desnuclearizado", indicó.
El político británico subrayó que en los niveles culturales y científicos ambos países deben seguir manteniendo relaciones incluso en las etapas más difíciles. Los cancilleres anunciaron además que el 2019 será el Año de la Música en el Reino Unido y en Rusia.
"Un rusófilo convencido"
Según declaró al periódico Izvestia James Sherr, del Instituto Real de Asuntos Internacionales Chatham House, la mera visita de Boris Johnson a Moscú no será suficiente para sacar del atolladero las relaciones bilaterales entre el Reino Unido y Rusia.
"Las declaraciones contradictorias del canciller británico no impresionan mucho a Rusia. Y esta visita no fue una excepción", explicó.
Subrayó que la presencia de Johnson en Moscú no es más que un intento de Londres por encontrar nuevas formas de cooperación con Rusia.