"No blandimos nuestras armas ni queremos entrar en una guerra contra nadie, pero al mismo tiempo no aconsejo poner a prueba nuestra capacidad de defensa", declaró Shoigú durante la reunión del Colegio del Ministerio de Defensa.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se había expresado en la misma línea en declaraciones anteriores, donde aseguró que la política exterior e interior del Kremlin busca evitar comportamientos agresivos hacia ella. Moscú hace todo lo posible para que "a nadie se le pase por la cabeza atacar los centros de mando estatal y militar".
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Asimismo, el mandatario ruso informó el 14 de diciembre que los gastos militares de Rusia en el año 2018 se cifrarán en unos 46.000 millones de dólares. Esto significa que la partida presupuestaria es 15 veces menor que la que dedica EEUU al apartado militar —700.000 millones de dólares—.