"La subida del petróleo ayudó a mover la economía este año, y aunque al inicio de 2017 el crecimiento estuvo aupado por el consumo, se ve que la inversión también empezó a jugar un papel importante y ahora hay más dinamismo, más consumo", dijo a Sputnik la analista económica María de la Paz Vela.
Por ello, consideró que en estas festividades navideñas existe ya la sensación de una mejoría a escala familiar: "Se ve más movimiento en los centros comerciales, en los restaurantes, y en general se está comprando un poco más", afirmó.
Por ello, el ministro de Economía, Carlos De la Torre, declaró el 21 de diciembre que la economía "está en etapa de clara estabilización" y dijo además que "el balance en materia económica para el cierre de año es positivo".
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Y el ecuatoriano común lo percibe también así: por ejemplo, Martha Paredes, trabajadora en una empresa privada, reconoce que este año pudo comprarles obsequios de más valor a sus dos hijas y que contó con mayor presupuesto para aquello.
"El año anterior nos pusimos como límite dar regalos de hasta 25 dólares, hoy nos extendimos hasta los 50 dólares porque en la empresa me entregaron un bono adicional por productividad", dijo esta madre de familia de 48 años.
Asimismo, se permitirán entregar presentes a sus sobrinos sin tener que usar la tarjeta de crédito, algo que el año anterior les trajo varios dolores de cabeza, y también alistan una cena con pavo, vino y tamales.
Pero el ecuatoriano tiene claro que, si bien sus gastos deben ser prudentes, los principales se destinarán al entorno familiar, tal como lo señaló Deloitte en un su último estudio sobre la Navidad en Ecuador.
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Allí aclara que "la cultura ecuatoriana es una cultura familiar, de amigos y vida social", y debido a que Navidad es una época de familia "debe estar acompañada de comida y bebida", por lo que la mayoría de consumidores seguramente apostarán por una buena comida con los suyos aunque los regalos sean menos.
