Las cifras publicadas por la ONG internacional son alarmantes, sobre todo para México. En este país 11 reporteros habían sido asesinados cuando se completó el informe. Sin embargo, el martes 19 se sumó otro caso que puso a México, junto con Siria, como el país más mortífero para los periodistas.
"El balance es desastroso para México. No solamente en el número de periodistas asesinados, sino también en otro tipo de agravios, agresiones y golpes recibidos por los periodistas", dijo a Sputnik el periodista mexicano Roberto Rock, dirigente de la Sociedad Interamericana de Prensa.
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Breach integra la lista de las 10 mujeres asesinadas en 2017, lo que significa una duplicación de estos casos con respecto al año pasado y pone a las periodistas en una zona de riesgo en la que nunca antes habían estado.
"La mayoría de ellas eran intrépidas y experimentadas periodistas de investigación. A pesar de las amenazas que habían recibido, muchas de ellas seguían investigando y revelando casos de corrupción, como Daphne Caruana Galizia en Malta, Gauri Lankesh en India y Miroslava Breach Velducea en México", remarca el documento de RSF.
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Al momento de buscar responsables, el periodista señaló que no solo se debe mirar al crimen organizado porque, en muchos casos, el Estado mexicano es el autor de los homicidios.
"No se puede descartar de ninguna manera que alguno de los atentados mortales no haya sido ordenado por agentes de la política, de la polícia o de otro tipo de instituciones gubernamentales, que habrían utilizado a sicarios o a pistoleros del crimen organizado para atentar contra un periodista", afirmó el dirigente.
"La mayoría de estos crímenes permanecen impunes", dice el informe RSF y, según Rock, México es un claro ejemplo de esa situación. "Ninguno de los asesinatos de este año se ha esclarecido, y ninguno de los ocurridos en los últimos 17 años ha tenido un esclarecimiento importante. El nivel de impunidad es superior a 95% en México", subrayó.
Esta situación fue alentada con la visita a México de los relatores de libertad de expresión de la OEA y la ONU, a raíz de la cual sindicatos y empresas del sector acordaron formar un equipo de trabajo que se especialice en la prevención, denuncia y condena de los ataques contra periodistas.