La Marina de guerra británica tiene dos problemas principales: uno es económico, y el otro es técnico-militar, comentó a Sputnik el experto militar Vladímir Kozin, a propósito de las palabras de West.
"Si sus buques tienen fugas de agua poco después de su botadura, esto ya es algo que dice mucho", apuntó Kozin, en referencia al nuevo portaviones británico Queen Elizabeth, que tuvo una fuga de agua tan solo dos semanas después de entrar en servicio.
El experto recordó que Londres antes solía gastar grandes cantidades de dinero en sus Fuerzas Armadas, especialmente en el desarrollo de su Marina de guerra.
"(…) Al parecer, lo hacían para mantener la vigencia del antiguo refrán que decía que 'Gran Bretaña es la reina de los mares', de ahí que tenga que estar presente en todas partes", resaltó Kozin.
El Reino Unido carece de recursos financieros suficientes "para mantener a flote a su Armada —que en realidad no necesita—, al igual que sus fuerzas nucleares, sobre todo sus submarinos nucleares portamisiles Vanguard", afirmó Kozin.
Los países de la OTAN, incluido el Reino Unido, están obligados a aumentar su contribución económica al presupuesto del bloque por la presión de EEUU. Además, Londres tiene sus propias bases navales repartidas por varios países, lo que también requiere de un gasto enorme, enfatizó el experto.
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Según recordó Kozin, Londres participa en el programa global de defensa aérea estadounidense y en diferentes conflictos regionales "bajo la presión de Washington". Esta implicación también tiene un efecto negativo sobre su presupuesto.
"Como las autoridades británicas recorten su presupuesto militar, su participación en la OTAN y sus gastos en el mantenimiento de cuatro submarinos portamisiles nucleares, los problemas económicos y técnico-militares seguirán apareciendo", subrayó.
