"Maravilloso": así define al fútbol ruso González, luego de su estadía en Moscú. Al principio, confesó, su adaptación "fue un poco difícil". El volante venía de jugar en España e Inglaterra, entonces llegar a su nuevo destino le implicó iniciar "de cero" a conocer el país, con su idioma y su gente.
"Pero ya después del año cuando empecé a conocer un poco más la ciudad y los compañeros, la verdad es que un país para enamorarse. Yo hasta el día de hoy tengo nostalgia de volver a Rusia e ir a los parques que conocí, que son realmente bonitos como el Ismailovski y Kolomenskoe", recordó el deportista.
En los estadios, el fútbol ruso "es muy exigente" y "muy físico". En el estilo de jugar, "es un poco parecido a Inglaterra". Los árbitros "dejan jugar" y a diferencia de otros países como España, "no están cobrando falta por cualquier cosa".
"La exigencia es bastante grande en Rusia, de hecho cuando yo estuve la liga estaba entre las seis mejores de Europa. La gente es súper respetuosa, nunca un problema, yo jamás vi a un hincha gritarle a un jugador", aseveró el exjugador del PFC CSKA de Moscú.
Acercarse a los que muchos llaman 'misteriosa alma rusa' fue algo "bien difícil", comentó el chileno. La gente en Sudamérica "es más cálida" y en Moscú "a simple vista es seria y más fría". Sin embargo, cuando se aprende a conocerla y a entender cómo funciona el sistema del país "te das cuenta de que todo era un pensamiento que te entraba por la vista".
Entre sus amigos están "los gemelos [Vasili y Aleksei] Berezutski", ambos hermanos jugadores del PFC CSKA. Cuando llegó, nadie en equipo parecía hablar inglés, una lengua en la que González es bilingüe. Luego se enteró de que sus dos futuros amigos sí manejaban el idioma.
"Me decían: 'es que tú estás en Rusia y debes hablar ruso'. Nos reíamos mucho. Les tengo un cariño tremendo y establecimos mucha amistad", recordó.
De hecho, el chileno aprendió ruso, "lo básico" como para "ir a un restaurante, comprar cosas y preguntar". Sin embargo, no llegó a tener un nivel como para establecer una conversación fluida, pero en el equipo había un traductor que facilitaba la comprensión.
Estos cinco años le dejaron un dulce recuerdo que hoy lo lleva a recomendarle "a todos que vayan" al Mundial de 2018. Su experiencia lo ha vuelto un referente al que muchos consultan por lugares y consejos.
"Estoy feliz por Rusia, porque tengo compañeros que están en la selección rusa, que cuando yo estaba allá recién empezaban a jugar. Ahora los veo en la selección y me alegro mucho por ellos", confesó.
En cuanto a las oportunidades turísitcas que ofrece Rusia a quienes vayan a asistir al partido, destacó la "historia" y todas las edificaciones de Moscú y San Petersburgo, "ciudades únicas en el mundo".
"Las construcciones que tienen llaman mucho la atención. En Moscú, la iglesia San Basilio es conocida mundialmente, entonces verla en vivo es muy llamativo y sorprendente, es realmente emocionante; y San Petersburgo tiene construcciones muy parecidas que llaman mucho la atención", describió.
Respecto a los posibles resultados de Rusia 2018, González no se aventuró a expresar su favoritismo, pues "hay varios equipos que podrían dar sorpresas". Sin embargo, consideró que prefiere hinchar "por equipos sudamericanos".
"Uno siempre se tira por los más fuertes que llegan a la final, pero los partidos hay que jugarlos más allá de las estadísticas y creo que más allá de un favoritismo quiero disfrutar el Mundial y espero que gane un equipo sorpresa. Me encantaría poder ir", confesó.