"El Centro Conjunto de Control y Coordinación (CCCC), aunque no se menciona en los Acuerdos de Minsk de febrero de 2015, ha tenido y tiene un papel útil en el seguimiento y la prevención de las violaciones del cese el fuego. Y puesto que reconocemos este papel útil, la reciente escalada de tensión en torno al CCCC debería preocuparnos a todos", dijo Ederer a Sputnik.
El embajador señaló que, como resultado, se registran numerosas violaciones del armisticio en Donbás en los últimos días.
En opinión de Ederer, el Grupo de Contacto Trilateral conformado por Rusia, Ucrania y la OSCE "es el formato óptimo para debatir este asunto".
El 18 de diciembre, el Ministerio de Exteriores ruso anunció que Moscú suspende su trabajo en el CCCC, alegando dificultades causadas por las acciones de Kiev.
Horas después, el Ejército ucraniano dijo que también retiraría a sus representantes.
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El centro, integrado por oficiales de los Estados Mayores Generales de Rusia y Ucrania, había sido creado por orden de los presidentes Vladímir Putin y Petró Poroshenko tras la firma de los acuerdos de Minsk.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 22 ноября 2017 г.
Ederer añadió que un acuerdo sobre el despliegue de cascos azules en Donbás contribuiría a la implementación de los Acuerdos de Minsk.
"En la Unión Europea hay consenso acerca de que necesitamos un cese el fuego que se merezca este nombre, a lo largo de la línea de separación, y ello incluye la retirada de armas, la prevención de incidentes y el almacenamiento de material bélico", declaró Ederer a Sputnik.
El embajador añadió que "un acuerdo sobre una misión de mantenimiento de la paz de la ONU podría conducir a este cese del fuego".
El diplomático rehusó explayarse sobre posible condiciones del despliegue de cascos azules en el este de Ucrania al señalar que "están siendo discutidas en otros formatos, de las que la Unión Europea no forma parte".
Ederer mencionó que ese tema es objeto de consultas entre el asesor del presidente ruso Vladislav Surkov y el enviado especial de EEUU para Ucrania Kurt Volker, así como en el Consejo de Seguridad de la ONU, "el único organismo que puede tomar una decisión al respecto".
En abril de 2014 Ucrania comenzó una operación militar en Donbás donde el rechazo a un violento cambio del gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año dio origen a la proclamación de las denominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, marcaron las pautas para una solución negociada del conflicto pero no han derivado hasta ahora en un armisticio sostenible.
A principios de septiembre pasado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se pronunció por emplazar cascos azules de la ONU en la línea de separación entre las fuerzas gubernamentales de Ucrania y las milicias de Donbás, y otras áreas inspeccionadas por observadores de la OSCE para garantizar su seguridad.
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El canciller ruso Serguéi Lavrov afirmó a finales de noviembre que un contingente de la ONU podría desplegarse en la zona de conflicto tras la separación de las fuerzas y la retirada del armamento, y que su emplazamiento debe ser acordado tanto con Kiev, como con Donetsk y Lugansk.