"Lo más importante es que YPFB como empresa se consolida hoy en Bolivia y tiene una visión al 2018 de salir del país y tener unidades de negocios en todos los países que están a nuestro alrededor", dijo el presidente interino de esa corporación estatal, Óscar Barriga, al iniciar el acto de celebración de los 81 años de la firma.
La última nacionalización, que tuvo lugar el 1 de mayo de 2006, permitió al país no solo recuperar la soberanía sobre sus recursos hidrocarburíferos, sino tener mayores ingresos por renta petrolera, más de 30.000 millones de dólares en 11 años, según datos oficiales.
En ese marco, el jerarca de la firma estatal aseguró que 2017 fue el año de la consolidación de la industrialización de los hidrocarburos.
"Este año uno de los hitos muy importantes es la consolidación de la industrialización", dijo Barriga al señalar que YPFB proyecta negocios para la venta de Gas Licuado de Petróleo (GLP) a Paraguay, Argentina, Perú y Brasil.
Asimismo, informó que YPFB ha logrado acuerdos de venta directa de urea a los agroindustriales de los estados brasileños de Mato Grosso y Mato Grosso del Sur (oeste), a los que también se espera vender GLP en 2018.
"Hemos pasado a ser un país que industrializa su recurso estratégico para buscar mayor valor agregado y ser un jugador importante en Suramérica", subrayó Barriga.
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Con algo más de 5.500 trabajadores, la estatal petrolera boliviana encara un proceso de "reingeniería institucional" que será clave para que el país siga siendo un proveedor de gas en la región por los próximos 23 años.