En los últimos meses, la Casa Blanca se ha inclinado por la solución militar al conflicto norcoreano, pues considera que la diplomacia ha encallado y no sirve para alcanzar los resultados esperados, informa The Daily Telegraph, que cita fuentes en la Administración Trump.
Una de las opciones que se han puesto sobre la mesa, según el periódico, es la destrucción de las plataformas de lanzamiento antes de que Pyongyang realice otra prueba de misiles. Paralelamente, se prevé golpear los almacenes de armamento convencionales como objetivo prioritario.
"El Pentágono está tratando de encontrar opciones que les permitan dar un 'puñetazo en la nariz' a los norcoreanos, captar su atención y demostrar que hablamos en serio", cita el medio las palabras de su interlocutor.
Una nueva ola de tensiones entre Corea del Norte y EEUU comenzó en la mañana del 29 de noviembre, cuando Pyongyang realizó un lanzamiento de pruebas de su misil balístico continental Hwasong-15. La televisión norcoreana aseguró que el aparato alcanzó los 4.475 km de altura y cubrió una distancia de 950 km en 53 minutos. Según los analistas, el nuevo proyectil puede cubrir una distancia de hasta 13.000 km, es decir, su zona de alcance cubre prácticamente todo el territorio estadounidense.
Today's DPRK Missile test, launched out of Pyongsong and according to these numbers: https://t.co/1iTF0qfAnJ
— Scott LaFoy (@wslafoy) 28 de noviembre de 2017
Note: impact location, acceleration, speed, etc. are all notional and for demonstrative purposes only. dat apogee doe pic.twitter.com/2Imcp7BLQm