Es el primer dispositivo, desarrollado desde cero en Rusia, que realiza la encefalografía, electromiografía —medición de la actividad eléctrica de fibra muscular—, electrooculografía —medición de biopotenciales durante los movimientos de los ojos—, fotopletismografía —medición del flujo sanguíneo— y medición de la temperatura superficial con el objetivo de crear una interfaz cerebro-ordenador para transmitir señales dirigidas a un aparato mecánico —exoesqueleto, silla de ruedas, juegos de ordenador—.
El proyecto se llevó a cabo en colaboración con el Ministerio de Educación y Ciencia de Rusia en el marco del convenio con la Universidad Immanuel Kant.
En cuanto al nombre del dispositivo, fue elegido por sus diseñadores según el ejemplo del chip del ciclo de las novelas 'Enclaves', del escritor ruso Vadim Panov. En sus obras describe un futuro cercano en el que proliferan las nanotecnologías y tecnologías digitales. La Tierra resulta poblada por los cíborgs. Casi todos cuentan con un chip especial introducido en la nuca que proporciona al titular unas capacidades inéditas.
Este chip triangular se llama Balalaika y permite descargar en él numerosas aplicaciones que facilitan la vida, desde todos los posibles diccionarios hasta las guías por las ciudades y los museos.
Según la directora del proyecto, la vicedirectora del Instituto, Natalia Shushárina, entre los investigadores de la Universidad Immanuel Kant hay muchos admiradores de la obra de Vadim Panov, pero a diferencia del dispositivo imaginado por él, el aparato real construido en el Instituto Ciencias de la Vida no tiene forma triangular. La palabra 'Balalaika', dice ella, suena bien y es fácil de recordar, pero tiene tanto que ver con el instrumento musical tradicional como los productos de 'Apple' con las manzanas. "No obstante, esperamos que este nombre nos facilite el reconocimiento en el mercado mundial".
Cabe señalar que Balalaika no es el primer dispositivo de esta índole que se ha desarrollado en el Instituto de Ciencias de la Vida, pero este, según aseguran los científicos, se distingue de los anteriores de la misma forma que un teléfono móvil con botones del último modelo de iPhone.
Con la ayuda del neurodispositivo Balalaika se puede jugar al ordenador sin la ayuda de las manos, controlar una silla de ruedas o un exoesqueleto. Si una persona se siente mal y no puede acudir al centro de salud para medir los paramentos eléctricos del organismo, será capaz de hacerlo en casa y enviar los resultados al médico.
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"Ahora nuestro especialistas, entre los cuales hay que nombrar, en primer lugar, al principal ingeniero de Balalaika, Danil Borchevkin, están trabajando en el avatar", explica el director del Instituto de Ciencias de la Vida, Maxim Pátrushev. "Así es como llamamos al dispositivo operado de forma remota. Por ejemplo, si levantamos un brazo, el robot, que está a cierta distancia, también levanta el brazo. Hasta ahora, participando en diferentes ferias y competiciones, no hemos visto ningún otro neurodispositivo creado en Rusia desde cero como el nuestro", continúa Pátrushev. "Desde luego, hay empresas que utilizan un sistema gestor estadounidense y un gorro de electrodos alemán. Pero hasta el momento no hemos visto ningún desarrollo completamente nacional", apunta.
Los resultados obtenidos por los científicos de la Universidad Immanuel Kant permiten concluir que el uso conjunto de las señales de electroencefalografía, electrooculografía y electromiografía mejora la precisión de interpretación de la actividad física planeada y real. Las señales de electroencefalografía, independientes del trabajo muscular, son un valor complementario a usar en la tecnología robotizada.
Se supone que la perfección del sistema y el uso simultáneo de diferentes señales fisiológicas permitirán acercar la precisión de la clasificación y la manipulación exacta de los dispositivos con la fuerza del pensamiento al 100%. Esto, sin duda, creará ventajas competitivas con respecto a los desarrollos extranjeros y abrirá nuevas posibilidades al mercado nacional de los dispositivos destinados a la rehabilitación de las personas con enfermedades del aparato locomotor.
La Universidad Federal Báltica Immanuel Kant forma parte del prestigioso proyecto estatal 5-100, destinado a incrementar la competitividad de las universidades rusas. El proyecto fue lanzado por el Ministerio de Educación y Ciencia de Rusia, conforme el Decreto del presidente ruso 'Sobre las medidas de implementación de la política estatal en el ámbito de educación y ciencia'. La idea sobre la que pivota el proyecto es garantizar un avance cualitativo hacia el incremento de la competitividad de las principales universidades rusas.