Fuentes policiales indicaron que los detenidos supuestamente combatieron en Siria e Irak del lado de los terroristas de Daesh (grupo autodenominado Estado Islámico y proscrito en Rusia y otros países).
Durante los registros realizados los agentes se incautaron de equipos digitales que prueban la implicación de los detenidos en actividades terroristas.
Desde el inicio de las incursiones armadas de Daesh en Siria e Irak, las fuerzas de seguridad turcas detuvieron a más de 5.000 sospechosos de tener vínculos con esta organización.
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Turquía deportó a 3.290 nacionales de 95 países, prohibió la entrada a unas 38.000 personas.
En las cárceles del país otomano permanecen 350 extranjeros, muchos de ellos por terrorismo.
