Los presidentes del Mercosur, en especial Mauricio Macri y Michel Temer, habían generado expectativas exageradas en la firma del acuerdo con la UE antes de terminar 2017. Pero ni siquiera las enormes concesiones realizadas por los dos miembros mayoritarios del bloque regional fueron suficientes, ya que los países del Viejo Continente mantuvieron su intransigencia.
"En el caso del acuerdo Mercosur-UE es una buena noticia, porque en muchos sentidos es incluso peor que el ALCA [Area de Libre Comercio de las Américas, un proyecto continental impulsado por Estados Unidos que murió en 2005 en la Cumbre de Mar del Plata] en cuanto a las concesiones que da y a la nada que obtenemos en materia comercial", apuntó Leandro Morgenfeld, investigador argentino del Conicet, especializado en temas de integración.
"El que avanza imparablemente en todo el mundo y en la región también es China, incluso en países que desde el punto de vista político parecían muy críticos de esa asociación (…) tuvieron que ser realistas en términos de inserción internacional".