"Kiev crea a propósito unas condiciones inaceptables para la estancia de los observadores rusos del CCCC en Ucrania", dijo Grizlov y añadió que "ampliando los trámites de entrada represivos en Ucrania para los ciudadanos y los militares rusos del CCCC, Kiev muestra que no le importan nada los acuerdos de Minsk".
Grizlov recordó que los militares rusos ejecutaron su trabajo en el CCCC a partir del septiembre de 2014 y su labor, aunque fuese difícil, ayudó a impedir enfrentamientos armados y salvó muchas vidas.
El Ministerio de Exteriores ruso anunció el 18 de diciembre que Moscú suspende su trabajo en el CCCC, alegando dificultades causadas por las acciones de Kiev.
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El 19 de diciembre los oficiales rusos y ucranianos cruzaron la línea de separación en el este de Ucrania y abandonaron el territorio de la autoproclamada República Popular de Donetsk hacia la zona controlada por Kiev.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.