Si la devastación producida por las armas atómicas está bastante clara, el efecto de las armas nucleares tácticas suele pasarse por alto. Mientras tanto, si Pyongyang utilizara un arma de dicho tipo para hacer frente a la intervención norteamericana, EEUU y sus aliados sufrirían perjuicios más graves de lo que se espera, según teoriza The National Interest.
Los analistas y funcionarios militares norteamericanos no suelen tener muchas ganas de comentar el asunto —debido a su gravedad y el nivel de seguridad—, sin embargo se sabe que algunos de los dispositivos de EEUU y sus aliados están protegidos contra las consecuencias del pulso electromagnético.
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"Esto sería otro desafío al que hacer frente. El equipamiento destinado a proteger los dispositivos contra el PEM es muy caro. Durante últimos 25 años el objetivo principal relacionado con su diseño era alcanzar unas capacidades máximas, y no reducir el precio de la tecnología", según cita el medio al teniente general retirado de la Fuerza Aérea, David Deptula, decano del Instituto Mitchell y exjefe del Servicio de Inteligencia de EEUU.
El especialista en armas de destrucción masiva, Joshua H. Pollack, destacó que si alguien llegara a iniciar un ataque contra EEUU —aunque no fuera muy devastador—, el país no tardaría en responder. Además, el experto consideró como exageradas las preocupaciones sobre las consecuencias del posible ataque.
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"No entiendo por qué se piensa que el enemigo desperdiciaría su armamento nuclear llevando a cabo experimentos con un PEM hipotético cuando podría destruir una ciudad real", declaró el experto militar, Joseph Cirincione.
"El uso del PEM es una idea loca. Una vez utilizada un arma nuclear, esto provocaría una respuesta adecuada. (…) Los comandantes militares estadounidenses responderían con un contrataque aplastante y devastador", explicó.