El 14 de diciembre los miembros de la Unión Europea acordaron prorrogar las sanciones antirrusas por otros seis meses, hasta el julio de 2018.
El analista afirma que el valor real de las medidas contra Rusia se ha reducido considerablemente. Al mismo tiempo, ningún país puede encargarse de cambiar la situación en lo tocante a las sanciones antirrusas.
"Teóricamente cada país de la UE puede vetar la decisión de la organización, y algunos de los miembros han comentado esta posibilidad. Pero aquí surge la cuestión de la solidaridad y las presiones económicas", explica Petro.
La situación actual se ha convertido en unas relaciones normales entre Rusia y la UE, y ninguno de los miembros de la unión tiene motivos para cambiar nada, aunque comprenda que las medidas no son muy correctas, añade el estudioso.
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Petro expresa sus dudas de que en un futuro previsible la situación llegue a modificarse. El experto opina que Europa no va a levantar las sanciones, y que Rusia tampoco tratará de profundizar en las relaciones con Europa. Sin embargo, "las oportunidades para mejorar las relaciones con Occidente se expanden cuando Rusia es simplemente demasiado fuerte para ser ignorado, y aquí la campaña siria representa un buen ejemplo", concluye el experto.
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