"¿Qué problema hay con tener un día para los hombres, un día para las mujeres, y tres días mixtos?", preguntó Shaked durante una reunión sobre esta cuestión, según informó el diario Haaretz.
La segregación de horarios permitiría a hombres y mujeres ultraortodoxos utilizar las bibliotecas públicas, ya que por motivos religiosos no pueden asistir durante los horarios mixtos.
Los ultraortodoxos se quejan de que será imposible practicar un sistema de vida religioso en Israel hasta que las instituciones públicas no se adapten a las peculiaridades de los israelíes religiosos.
La ministra de Justicia indicó que algunos políticos ultraortodoxos le habían expuesto que es imposible llevar una vida religiosa en Israel en las actuales circunstancias.
Shaked dijo que en los actos de entretenimiento y en los conciertos es posible celebrar actos segregados para que también puedan asistir las mujeres y los hombres ultraortodoxos.