En "Marchando de la UE: implicaciones para el sector nuclear civil", el Comité en Estrategia Industrial, Energía y Negocios (BEIS, por sus siglas en inglés) presenta sus conclusiones y recomendaciones derivadas de la "consecuencia indeseada" de tener que abandonar Euratom.
"La tarea del Gobierno es minimizar los potenciales impactos adversos de esta marcha, que nadie defiende en el sector", observan los parlamentarios.
La divergencia de los requisitos de seguridad, que canaliza la misma agencia, afectará por otra parte al transporte y comercio de materiales nucleares entre el continente y la isla británica.
"Creemos que el Gobierno debe procurar la relación más cercana posible con Euratom, retener su influencia y velar por nuestros intereses nacionales", señaló la presidenta del comité, Rachel Reeves, al lanzar el informe.
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La diputada instó a May a evitar que el brexit "perjudique el valioso papel que el sector civil nuclear desempeña en nuestra base de investigación, nuestra economía y nuestra seguridad energética".
"Sin acuerdos de cooperación nuclear y sin un régimen internacional de salvaguardas, Reino Unido no podrá garantizar acceso a materiales esenciales para las centrales nucleares, que proveen el 21% del suministro energético en la actualidad", señalan los políticos de distintos partidos.
Otros informes también han desvelado riesgos en el campo de la medicina que acarrea el romper con esta agencia de la industria atómica regida por órganos de la UE.
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"Durante nuestra investigación, nadie ha defendido que abandonemos Eurotam", confirmó Reeves.
Los parlamentarios coinciden en que será prácticamente imposible aplicar un nuevo régimen de normativas y seguridad reconocido mundialmente para el 29 de marzo de 2019, la fecha del brexit decretada por May.