Junqueras alega que su encarcelamiento "ya está teniendo efectos muy relevantes en el ámbito de la campaña" e insiste en su apuesta por "escenarios de diálogo y resolución bilateral" de conflictos.
El juez instructor, Pablo Llarena, justificó su decisión al percibir una disminución del riesgo de reiteración delictiva después de que los líderes catalanes manifestaran su intención de acatar la legalidad española y de reconocer la intervención desde Madrid al amparo del artículo 155 de la Constitución.
Sin embargo, el magistrado no hizo extensible estas consideraciones para Oriol Junqueras ni para el exconsejero de Interior, Joaquim Forn, o líderes civiles Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que continúan en la cárcel.
Ante esta situación, Junqueras reitera en su escrito que no ha cometido el delito de rebelión, tal y como sostiene el juez, pues la persecución de la independencia por la "vía pacífica" es "perfectamente legítima" y solo se comete infracción penal "si hay un alzamiento violento", circunstancia que "no se ha producido".
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Además, la defensa argumenta que mantener al exvicepresidente en prisión preventiva "vulnera su derecho a participar en la campaña y ejercer la representación política de los ciudadanos, si resultase escogido, como diputado o como presidente" del Gobierno catalán.
"La situación de encarcelamiento de Oriol Junqueras está ya teniendo efectos muy relevantes en el ámbito de la campaña electoral y, por ende, en la conformación libre de la voluntad popular a través de las elecciones", señala el escrito.
Hasta el momento, el líder de la lista de ERC no ha participado en ningún acto de campaña de cara a las elecciones del 21 de diciembre.