Esta primera fase de las negociaciones estaba centrada en el mantenimiento de los derechos de los ciudadanos, el arreglo financiero y las cuestiones ligadas a Irlanda del Norte.
El acuerdo de los equipos negociadores se someterá a la valoración del Consejo Europeo en su formación del artículo 50 del próximo 15 de diciembre, que deberá constatar, a propuesta de la Comisión Europea, "si ha habido progreso suficiente en la primera fase de las negociaciones para iniciar la segunda fase, que se centrará en el eventual periodo transitorio y el marco de futuras relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, así como en cerrar los textos jurídicos del acuerdo".
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Según explica, el Ejecutivo español "se asegurará también de que el acuerdo garantice certidumbre y seguridad jurídica tanto para los ciudadanos como para los operadores económicos tanto durante el periodo transitorio y como en la relación futura entre la Unión Europea y el Reino Unido; una relación que el Gobierno español desea que, garantizando la integridad del Mercado Único, el presente y el futuro del proceso de integración europea, preserve al máximo las excelentes relaciones entre el Reino Unido y España".