Una explosión nuclear tiene cinco consecuencias principales: el destello luminoso, la onda de choque, la radiación ionizante, el pulso electromagnético y la contaminación radiológica.
Asimismo, quienes se hallen en la zona de impacto deben proteger su cuerpo y, ante todo, la cabeza, de los escombros y la metralla. Después de que la onda de choque pase, habría que fortificar el sitio para esconderse de la pólvora radioactiva y evitar que las cenizas caigan sobre la piel.
"También pueden entrar en un edificio que no haya sido destruido por la onda de choque y cerrar las puertas y ventanas para impedir la entrada de pólvora radioactiva", prosigue el artículo.
Quienes consigan llegar a una zona segura, deben quitarse las partículas radioactivas del cuerpo y la ropa. Hay que lavar las prendas, además de limpiarse las orejas y el cuerpo de manera específica.
"La limpieza del cuerpo debe realizarse de arriba abajo, en una sola dirección. Frota una zona contaminada, y después pliega la toalla una vez para evitar que la zona limpia se contamine de nuevo", agrega el artículo del Diario del Pueblo.
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Si alguien ingiere comida contaminada por la radiación, pueden aparecer efectos secundarios como el vómito. En este caso, es necesario que el afectado beba una gran cantidad de agua para 'lavar' el estómago. Además, se aconseja que el enfermo tome diuréticos, absorbentes y laxantes para acelerar la expulsión de materias radioactivas de su organismo.