Michel Temer asumió la Presidencia de Brasil el 31 de agosto de 2016 tras la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff, que fue sometida a un proceso de 'impeachment'. Esta situación incomprensible hizo que muchos analistas rusos hablaran de "un golpe de Estado suave" en Brasil y de un posible alejamiento entre Moscú y Brasilia —socios en el grupo BRICS—, debido a la alineación con EEUU de este país latinoamericano.
"El desarrollo de la cooperación estratégica con Brasil", que figuraba en los planes de 2013, desapareció del nuevo texto. Es más, a parte de los BRICS, el documento fundamental para guiar la política exterior de Moscú acentuó la interacción en el formato de los RIC (Rusia, India y China).
Esto provocó una ola de insinuaciones. "Después del golpe de Estado globalista y proestadounidense en Brasil, el papel de este país en el formato de los BRICS se ha desplomado", afirmó en diciembre de 2016 el corresponsal del canal de televisión ruso Zargrad, Alexandr Bovdunov.
La visita de Pátrushev a Brasilia
No obstante, el tiempo lo puso todo en su lugar.
El 4 de diciembre, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, visitó Brasilia y se reunió con Temer. Tras el encuentro ambos destacaron que la cooperación entre Rusia y Brasil se destaca por su alto nivel de entendimiento y por su carácter duradero.
Este formato permitió a Moscú discutir una amplia gama de temas, especialmente porque la delegación fue recibida al más alto nivel, escribe el corresponsal del periódico ruso Kommersant, Pavel Tarasenko, que cita a fuentes de la delegación rusa.
Las mismas fuentes subrayaron que no creen que Brasil tenga la intención de alejarse de los BRICS. El propio Pátrushev afirmó públicamente que "la erosión de la unidad de los BRICS en aras de una coyuntura de política exterior momentánea es inadmisible".
"Proteger el mundo multipolar"
En su reunión con Pátrushev, el jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia de Brasil, Sérgio Etchegoyen, destacó el enfoque de ambos países en "proteger el mundo multipolar", lo que, según Tarasenko, agradó mucho a los invitados rusos.