Se trataría de las astas de venados jóvenes, los piñones, las bayas silvestres o las setas, entre otros. La venta de estas mercancías se estimulará mediante desgravaciones fiscales durante los próximos dos años.
El terciopelo de la cornamenta de los ciervos —una piel muy sedosa que recubre los cuernos nuevos— es usado por la medicina alternativa y la cosmetología. Sus principales importadores, actualmente, son los países asiáticos. En Rusia, este producto puede conseguirse en Altái y el Lejano Oriente. Además, Rusia —junto a Corea del Sur— planea investigar las propiedades únicas de las astas rusas y el contenido de sus sustancias biológicamente activas.
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La mayoría de las zonas forestales adaptadas para cosechar setas, bayas y nueces también se encuentra en el Lejano Oriente y en Siberia.
El coste potencial de la exportación para estos sectores rondaría los 100 millones de dólares, según el artículo de Izvestia. Los planes del ministerio también prevén crear y promocionar las marcas 'Abeto salvaje' y 'Piñón siberiano'.