"La injerencia hizo que las relaciones alcanzaran un nivel así de bajo; la causa inicial fue la situación en Ucrania, la injerencia añadió la desconfianza", dijo el embajador en entrevista al diario ruso Vedomosti.
"Cualquier intento de socavar este sistema se interpretará como atentado extremadamente inapropiado y enojoso", sostuvo.
El Congreso de EEUU está investigando la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
También el Buró Federal de Investigaciones (FBI) lleva a cabo una pesquisa, conducida por el consejero especial Robert Mueller, sobre la presunta colusión entre el equipo de campaña de Trump y Rusia.
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Las relaciones entre Moscú y Occidente sufrieron un profundo deterioro tras la reincorporación de Crimea a Rusia en marzo de 2014 en virtud de un referendo que culminó con un aplastante sí, y por el conflicto armado interno en el este de Ucrania que estalló aquel mismo año.
EEUU, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con un embargo a las importaciones agroalimentarias provenientes de esos países.
Rusia ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania y que desea que el país vecino supere cuanto antes la crisis.