Los dos pastores belgas de la variedad malinois fueron clonados por los laboratorios de la empresa surcoreana Sooam Biotech Research Foundation, en 2015. Más tarde fueron regalados a las autoridades de Yakutia, donde se pusieron inmediatamente al servicio de la guardia de una colonia penal donde se encuentran algunos de los criminales más peligrosos de Rusia.
Según la representante de la Policía que participa del entrenamiento y del cuidado de esos canes, los animales no son en absoluto distintos a cualquier otro perro común.
"Creí que serían diferentes, pero no veo nada de diferente en ellos [en comparación con animales no clonados]. Esos perros son obedientes, tienen el olfato muy desarrollado, son muy sociables y se portan muy bien", detalló.
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