María Pilar Álvarez, especialista del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Este asiático, aseguró a Sputnik que "Corea del Sur podría tener una política alineada a China y Rusia para facilitar las relaciones".
"Al parecer, Corea del Sur retomará la postura de no querer aumentar la situación de conflicto y de preferir el diálogo, a pesar de no mostrar una postura real hacia las conversaciones", auguró Álvarez.
La investigadora explicó que en general, las agresiones retóricas han sido iniciadas por los Estados Unidos, pero "que la respuesta de Corea del Norte sea el lanzamiento de este misil, es mucho más que una retórica", aseguró.
Por su parte, la política de China en el conflicto nuclear muestra un evidente cambio de postura, en el sentido de que acepta las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU al igual que Rusia, "lo cual parece ser más un acuerdo regional", indicó Álvarez.
"Si bien el 80% de la economía norcoreana depende de China y tienen una frontera permeable en términos económicos, Pekín ha aumentado las sanciones y ha sido más estricto aparentemente acorde a lo exigido por el Consejo de Seguridad, pero sin tocar este comercio", aclaró.
El 29 de noviembre Corea del Norte lanzó el misil balístico Hwasong-15, que voló 950 kilómetros y alcanzó una altitud de unos 4.500 kilómetros antes de caer en el mar de Japón. Fue el primer lanzamiento desde mediados de septiembre.
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El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en septiembre por unanimidad una resolución que endurece las sanciones contra Corea del Norte, sobre todo en el ámbito de los hidrocarburos, en respuesta a su sexto ensayo atómico.