"Dijeron que no se desarmarán, no se puede aún tratar de esto", dijo a Sputnik tras un viaje a Corea del Norte.
Pyongyang, según explica, no apoyó la propuesta de Rusia para resolver la crisis en la península coreana a través del desarme.
Las propuestas "sobre el desarme no encontraron apoyo", dijo Maxímova.
Otro diputado ruso Kazbek Taisáev, quien encabezó la delegación de la Duma a Corea del Norte, aseguró a esta agencia que Pyongyang no quiere una guerra nuclear pero está preparado para ella tras amenazas de EEUU.
"No quieren una guerra, quieren vivir una vida normal, pero mientras exista una amenaza por parte de EEUU, están dispuestos moralmente a esa guerra", declaró.
Por su parte, el subjefe del comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Baja rusa, Alexéi Chepa, que también visitó Corea del Norte, subrayó que Pyongyang no pidió directamente a Rusia intermediar en las negociaciones entre todos los países interesados sobre la distensión en la región.
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Tampoco se comprometió a suspender su programa nuclear.
Corea del Norte lanzó esta semana un misil balístico Hwasong-15, que voló 950 kilómetros y alcanzó una altitud de unos 4.500 kilómetros antes de caer en el mar del Japón (mar del Este).
Fue el primer misil lanzado por Corea del Norte desde el 15 de septiembre, aunque en los meses anteriores había realizado una quincena de pruebas de proyectiles balísticos, incluyendo los ICBM capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y el ensayo de una bomba de hidrógeno para ser colocada en misiles intercontinentales.