"El nuevo misil balístico intercontinental Hwasong-15 es dotado de un sistema de arma capaz de portar una ojiva nuclear pesada supergrande e impactar cualquier punto en el territorio continental de Estados Unidos", dice el comunicado de la misión diplomática norcoreana.
El texto subraya que Corea del Norte desarrolla sus armas estratégicas para "garantizar la paz de la vida del pueblo y proteger la soberanía y la integridad territorio del país ante la política de chantaje y amenazas nucleares que ejerce EEUU".
Corea del Norte llevó a cabo un nuevo ensayo de misil a las 03.18 hora local del miércoles 29 (18.18 GMT del martes 28 de noviembre).
Según Pyongyang, el misil probado es el nuevo Hwasong-15, que recorrió unos 950 kilómetros y alcanzó la altitud máxima de 4.375 kilómetros.
El cohete cayó en aguas de la zona económica exclusiva de Japón, a unos 250 kilómetros de la costa de la prefectura de Aomori, sin causar daños.
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Por su parte, el líder norcoreano, Kim Jong-un, quien presenció la prueba, declaró que Corea del Norte consiguió con el nuevo lanzamiento "un éxito histórico al concluir el desarrollo del armamento nuclear del país".
A pesar de que Pyongyang aseguró que su nueva arma no afectó la seguridad de los países vecinos, Corea del Sur respondió a la provocación con su propio ensayo de misiles.
Por iniciativa de Seúl, Washington y Tokio, para las 00.30 GMT del jueves 30 de noviembre está convocada una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, que tratará de encontrar una manera de reaccionar a la prueba de Pyongyang, que desafió a las sanciones internacionales y puso fin a más de dos meses de inactividad.