"En Rusia tenemos la posibilidad de desarrollar un armamento análogo, pero aún más potente, y en este caso Estados Unidos saldría perdiendo", dijo Bóndarev quien encabeza el Comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso.
Moscú y Washington se han acusado mutuamente varias veces de desarrollar sistemas que violan este tratado.
El Congreso de EEUU incluso abogó por adoptar una ley que acusara a Rusia de violar el Tratado INF y preparara el terreno para que el país norteamericano se retirara del acuerdo de la misma manera que había abandonado el Tratado sobre Misiles Antibalísticos.
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Al mismo tiempo, tanto el Pentágono como el Departamento de Estado de EEUU y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca siguen diciendo que el Tratado INF sirve a los intereses del país.
El Tratado INF fue firmado en 1987 por los entonces presidentes Ronald Reagan, de EEUU, y Mijaíl Gorbachov, de la Unión Soviética, y obligó a las dos potencias a destruir sus misiles de corto y medio alcance, una misión que completaron en 1991.