"Muchos se refieren al Arco Minero del Orinoco como un proyecto entreguista o extractivista y no lo es; no solo concibe áreas para la explotación minera, sino también concibe áreas para la protección del ejercicio de la minería y el desarrollo de las comunidades", dijo Ortiz.
"El Arco Minero de Orinoco es una zona estratégica de desarrollo nacional, y hay que proteger la biodiversidad que se encuentra dentro de esta área (…) Misión Piar ha sido parte fundamental en su acompañamiento, en todo lo que es ese proceso de motivación y organización del poder popular minero", agregó.
La zona estratégica del Arco Minero es una franja que representa el 12 por ciento del territorio nacional y que se extiende de este a oeste por el centro y sur de Venezuela, con una superficie de 114.000 kilómetros cuadrados.
Las estimaciones oficiales aseguran que en el Arco Minero existen reservas probables de 3.000 millones de quilates de diamantes.
En 2016, los pequeños mineros de esta región se organizaron para producir oro con tecnologías menos dañinas para el ambiente, según Ortiz.
"Ya hay experiencias de cómo mineros redujeron el impacto contaminante del mercurio, y en otros donde captaban con mercurio y al día de hoy están instalando plantas con cianuro en circuito cerrado", dijo.
El Centro Nacional de Tecnología Química está evaluando otras tecnologías, "como es la captación de oro por densidad, y es muy interesante porque se está teniendo en cuenta no solo la rentabilidad, sino también el medio ambiente", insistió.
Sin embargo, Ortiz destacó que en Venezuela existe una gran deuda con los mineros.
"Tenemos una gran deuda y es que no se tenía un registro de los mineros, y actualmente desde la Misión Piar estamos elaborando un registro y caracterización de mineros, para levantar una data actualizada de estos trabajadores y sus familiares", afirmó.
Este año el Arco Minero del Orinoco entregó 5,2 toneladas de oro al Banco Central de Venezuela, a raíz de la formalización de la actividad minera, aseguró.
Organizaciones ecologistas consideran que la explotación del Arco Minero es la principal amenaza ambiental de Venezuela.
Su mayor riqueza es su generación de acuíferos, la biodiversidad, la generación de electricidad para dos tercios del país y el hábitat de varios pueblos indígenas.
Venezuela tiene la mitad de su territorio bajo alguna figura de protección ambiental y la franja decretada como arco minero toca varias zonas protectoras de embalses y ríos, parques nacionales, monumentos naturales y reservas forestales.