El expresidente hondureño criticó duramente a la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos por permitir que en Honduras haya todo tipo de violaciones e irregularidades.
"Los hijos del golpe están gobernando y han instalado un modelo más represivo, más militar, y más autoritario. Violentan los derechos humanos, han empobrecido al país y ese proceso dictatorial es avalado por EEUU", denunció.
También señaló como "un fracaso el proceso de desarrollo económico. Cada vez el dinero se vuelve más esencial en la sociedad. No es la moral, ni la ética, ni la buena conducta, ni la justicia, sino que es el dinero" lo principal.
Zelaya aseguró que, en Honduras, así como en muchos otros países, "la democracia representativa, ya no representa más que engaños, traiciones, promesas incumplidas. Han confundido democracia con procesos electorales que le venden a la gente como si fuera un producto. Ponen unas papeletas para que voten y creen que eso es democracia".
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"Si las leyes ocultan la verdad, no hay manera de seguir adelante. La corrupción campea en nuestra sociedad", añadió y resaltó que no se necesitan "unos cambios cosméticos, sino estructurales".
"Hay que modificar el fundamento de la sociedad representativa y capitalista para que la gente pueda salir adelante", declaró.
Asimismo, Zelaya sugirió que hay una alta probabilidad de fraude en las elecciones del 26 de noviembre.
"Salvador Nasralla va a ganar las elecciones, pero el actual presidente es el que suma los votos y va a decir que él ganó y la OEA, la Unión Europea y los gobiernos fascistas que dominan el mundo van a guardar silencio. Ese es el problema que hay aquí: la desaparición total de la institucionalidad del país".