Cuando una persona realiza una inversión libre de impuestos en una fundación privada, puede también recibir una devolución de hasta el 20% de su valor de mercado incluyéndola en su declaración fiscal en un plazo de cinco años, según explica Wall Street Journal.
Después de que el Congreso de EEUU eliminó la rebaja de impuestos en 2008, los inversores tenían un plazo hasta el 31 de diciembre de 2017 para pagar los impuestos acumulados. Tras realizar una maniobra financiera, Soros ya no debe pagar nada al Servicio de Impuestos Internos de EEUU.
Los donantes pueden seguir controlando su dinero durante años o incluso décadas, ya que en las fundaciones pueden, por ejemplo, contratar a sus propios parientes, otorgándoles unos sueldos de seis cifras para gestionar la caridad.
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Por lo tanto, el dinero puede quedarse bajo el control de los Soros casi para siempre. Curiosamente, el mismo Soros ha dicho varias veces que los ricos en Estados Unidos deben pagar más impuestos.