"Se organizará una videovigilancia sin precedentes, por ahora pido que no se difunda esta cifra, 40.000, ya que el número final puede resultar mayor", dijo Pamfílova durante una discusión dedicada a la labor de los observadores en los comicios.
Pamfílova descartó que haya ordenes "desde lo alto" para obligar a los rusos a votar en las presidenciales.
"Que yo sepa, no hubo ni habrá ninguna orden 'desde la cúpula' en vísperas de la campaña electoral de coaccionar a los ciudadanos" a que participen en la votación, dijo.
A la vez, no excluyó que haya casos de este tipo a nivel local, "a modo de competición" entre los administradores.
La primera ronda de las próximas elecciones presidenciales rusas se celebrará en marzo de 2018, y si hubiere la necesidad de un balotaje, este tendrá lugar en abril.
La campaña electoral arranca oficialmente en diciembre.