"En la solicitud [de ingreso en la ECOWAS] el rey [de Marruecos] dejó claro que está dispuesto a abandonar el dírham y a abrazar la moneda única cuando esta se adopte", asegura De Souza a Sputnik.

En los últimos años, Marruecos ha prestado especial atención a los países al sur del Sáhara, especialmente a los de África Occidental. Y es que el comercio con ellos aumentó una media de 9,1% al año entre 2008 y 2016.
Pero Marruecos todavía debe adherirse a la ECOWAS, un escenario que se estudiará durante la próxima cumbre de la organización, el 16 de diciembre en Lomé (Togo). Será entonces cuando los 15 miembros de la comunidad económica consideren la candidatura de Rabat.
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El potencial de la integración
Para De Souza, adoptar el eco es un objetivo prioritario.
"Ahora nuestro objetivo es crear una moneda única (…) y un banco central y único para los 15 países. Y si nos expandimos, los miembros que vengan tendrán que adoptar nuestra moneda. Impulsará el desarrollo comercial y el sistema de pagos", explica De Souza.
Para los países de la ECOWAS, en los que ya rige la libre circulación de bienes y personas, la moneda única será la última etapa en la integración de los Estados de África occidental. Ocho países miembros de la organización todavía utilizan el franco CFA como moneda, vestigio de la época colonial. Así que para muchos miembros de la ECOWAS, será una etapa importante.
"Cuando se adopte la divisa única, todos los acuerdos que fueron firmados entre los países que utilizaban el franco CFA quedarán anulados", advierte el presidente de la organización.
De Souza insiste en que un territorio sin controles fronterizos "en el que todos sus habitantes comparten el mismo destino" es indispensable si se quiere "alcanzar un desarrollo inclusivo que evite que la juventud muera en el Sáhara y en el Mediterráneo cuando los recursos más valiosos están en África".
Si bien es cierto que el potencial que menciona De Souza ha permitido a países como Nigeria, Ghana, Costa de Marfil y Senegal alcanzar unos niveles de crecimiento importantes, actualmente se sigue sin responder a la pregunta de qué hay detrás de ese crecimiento. ¿Se distribuyen los beneficios de esas prácticas de manera equitativa entre la población?
"Si queremos alcanzar un desarrollo económico inclusivo que toque a todo el mundo, es necesario llegar hasta el 7% u 8% de crecimiento económico durante los próximos 20 años. Eso permitirá a todos los estamentos de la población mejorar su nivel de vida. Todavía estamos lejos de eso. La pobreza no desaparece", lamenta el presidente de la ECOWAS.