Según los medios suecos, a partir del 20 de mayo de 2018 comenzarán a regir nuevas recomendaciones, en particular, de utilizar normas lingüísticas que permitan evitar la segregación, así como de acompañar los servicios religiosos con música nacional o ritmos Jazz.
"Teológicamente sabemos que Dios está fuera de nuestras ideas de género, Dios no es un ser humano", explicó la primada eclesiástica.
Jackelen aseguró a los medios que persigue que la lengua una a las personas, y no las divida por su género, edad o raíces.
La Iglesia sueca decidió cambiar su manual, el libro que recoge las reglas para realizar bautizos, funerales y comuniones, así como los rezos principales.
Un ejemplo de una nueva plegaria sin enfoque sexista, aparece en el portal Infovaticana: "Dios, la Santísima Trinidad, Padre y Madre, Hijo —Hermano y Hermana— y Espíritu, Salvavidas e Inspirador, guíanos a la profundidad de tu riqueza, sabiduría y conocimiento".
Los creyentes, según los principios expresados en la reunión, deberán dirigirse a partir de ahora a Dios, además de como "Padre", como "Madre".