"La Misión de ONU en Colombia ha alcanzado logros hasta el momento incuestionables, los combatientes han dejado las armas y se desmovilizaron y hoy la FARC es un partido político, pero el proceso enfrenta hoy enormes retos y requieren de la comunidad internacional y especialmente de los países latinoamericanos un esfuerzo adicional", indicó Fleitas, quien también fue coordinador de las operaciones del mecanismo tripartito y del proceso de dejación de armas.
En ese marco, la antigua guerrilla de las FARC dejó las armas y se convirtió en partido político de izquierda el pasado 1 de septiembre, cuando adoptó el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
Fleitas agregó que la consolidación de la paz "exige dar garantías efectivas de seguridad física y jurídica a los excombatientes, asegurar la reintegración socio económica y participación política de estos, si no se consigue esto nuestro esfuerzo habrá sido en vano".
Es que la Corte Constitucional aprobó la JEP, pero con modificaciones que ponen en duda los principios pactados en el Acuerdo de Paz.
Quienes combatieron por la guerrilla sostienen que los cambios favorecen la impunidad y van en detrimento de las víctimas del conflicto armado.
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Tras el anuncio de la Corte, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", máximo líder y candidato presidencial del partido de la FARC, pidió una reunión urgente con el presidente Juan Manuel Santos, que se celebrará este 24 de noviembre.
Reincorporación a la sociedad
Las 20 Zonas Veredales y los seis Puntos Transitorios de Normalización, lugares de concentración creados para que los combatientes dejaran las armas, se cerraron progresivamente una vez que se completaba el proceso de dejación de armamento, dando lugar a los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación de los exguerrilleros.
"En estos espacios es donde se realizan diversas actividades de carácter político, productivo y educativo, que buscan reincorporar a la sociedad a los excombatientes, estas actividades son gestionadas por los mismos desmovilizados y representan una oportunidad de aprender haciendo", indicó Fleitas.
Fleitas contó a Sputnik que actualmente se desempeña como coordinador en el terreno de la Misión de Verificación de la ONU, que tiene desplegados 76 equipos multidisciplinarios a lo largo y ancho del territorio colombiano, especialmente en las áreas que fueron más afectadas por el conflicto armado y en "las cuales aún permanecen desafíos".
Paz evitó 2.700 muertes
El 22 de septiembre pasado, la Misión de la ONU concluyó las actividades relacionadas con la dejación de armas por parte de las FARC.
Estas actividades incluyeron recoger las armas en las Zonas y Puntos de Normalización y la extracción y destrucción del material inestable que estaba en los depósitos ocultos de armas y municiones conocidos como caletas.
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El resultado de esa actividad permitió inhabilitar 8.994 armas y destruir 11.015 granadas, 3.528 minas y más de 90.000 kilos de explosivos, entre otros materiales de guerra, informó.
"Este material ya no se podrá usar más para atentar contra la vida y eso es a todas luces un logro sin cuestionamiento de este proceso", agregó.
Para Fleitas, el Gobierno y la guerrilla "demostraron que es posible llegar a un acuerdo de paz y mantener el cese del fuego y hostilidades prácticamente sin incidentes".
"Estoy convencido de que en el éxito del proceso fue fundamental la férrea convicción de los actores de mantener lo acordado y del convencimiento que la paz es el único camino posible", indicó.
El coronel Fleitas es uruguayo, egresó de la Escuela Militar en diciembre de 1988, es graduado en Estado Mayor en el Instituto Militar de Estudios Superiores de Uruguay.
Además, efectuó el curso Estado Mayor Conjunto en Alemania.
Fleitas participó en tres misiones de paz de la ONU entre 2001 y 2012 en Sahara Occidental, Sierra Leona y Congo.