"Los países de nuestra región tienen que tener una política exterior equilibrada, no debemos elegir entre Oriente y Occidente, entre Rusia y Europa, no tenemos ese lujo; tampoco lo tenía Ucrania: tanto Rusia como la Unión Europea (UE) insistieron en que Ucrania eligiera una determinada línea, por lo que Ucrania está pagando ahora un alto precio", dijo el ministro turco a la prensa en Roma.
Cavusoglu aseguró que Ankara nunca ha considerado sus relaciones con Rusia como una alternativa a los lazos con Europa o Estados Unidos.
A finales de noviembre de 2013, los partidarios de la eurointegración invadieron la Plaza de la Independencia de Kiev, Maidán, protestando por la decisión de suspender la firma del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la UE.
Le puede interesar: Ucrania, el nuevo objetivo de los Rothschild
En las semanas posteriores el Maidán fue el epicentro de enfrentamientos entre activistas radicales y la policía.
El uso de armas de fuego y cócteles molotov causó decenas de muertos y más de un centenar de heridos por ambas partes.
Más tarde, Petró Poroshenko fue elegido como nuevo mandatario.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Lea también: Ucrania es el caballo de Troya de EEUU para debilitar a Rusia
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.200 muertos.