"Estamos en un momento histórico porque Rusia está regresando activamente al sector ferroviario de Cuba", expresó el diplomático durante la ceremonia en la terminal Haiphong de la rada habanera.
"Las siete locomotoras serán un aporte concreto al desarrollo socioeconómico de Cuba y a la solución de importantes problemas en la esfera material", agregó tras desear éxitos en el empleo de esta técnica, cuya calidad es bien conocida en la mayor de las Antillas por su empleo desde hace casi medio siglo, según expresó.
Por su parte, Antón Suvijin, vicepresidente de Sinara, consideró esta fecha un día de fiesta para ambas partes gracias al trabajo conjunto preliminar.
"Para construir estas siete locomotoras han trabajado cerca de 10.000 personas —comentó—, entre los productores de los motores diesel, de las trasmisiones hidráulicas, de toda una cantidad enorme de piezas y componentes".
"En diciembre llegarán ocho locomotoras más —anunció—, y en 2018 otras 30, de las cuales 28 irán para FCC y dos para la industria metalúrgica".
Sobre el trabajo conjunto, añadió que en 2017 Sinara adiestró en Rusia a 29 especialistas de la isla a los que expresó agradecimiento por su participación en esa formación, y anticipó que en 2018 se superarán otros 60.
Suvijin dedicó palabras de gratitud también para el gobierno cubano, los ministerios de Transporte, Industria y las corporaciones FCC y Tradex por brindar la posibilidad de desarrollar este proyecto de colaboración.
Le puede interesar: "Rusia participará más en el comercio exterior cubano"
Recordó que las primeras locomotoras rusas llegaron a Cuba hace 50 años, y al cabo de medio siglo llegan estas otras, cuyo plazo de vida útil se estima en cuatro décadas, lo cual en otros términos significan varias generaciones de seres humanos, de acuerdo con su razonamiento.
"Esto también es un reflejo de que la cooperación y el comercio entre Cuba y Rusia se seguirá desarrollando por mucho tiempo más", concluyó el vicetitular.
Hernández insistió en que "la calidad de estos equipos nos comprometen a explotar con eficiencia y sostenibilidad esta técnica".
Las máquinas del tipo TGM8KM proceden de la fábrica de Liudinovo, asentada a 400 kilómetros de Moscú, en Kaluga, tienen una capacidad de arrastre de 1 600 toneladas, una velocidad promedio de 80 kilómetros por hora y cada una de ellas tiene un valor de un millón de euros, se informó.
Le puede interesar: "Mercado cubano sigue abierto a las relaciones con Rusia"
Según FCC, estos equipos prestarán servicio en el occidente del país en labores de carga y transportación de la zafra azucarera, combustible, contenedores y alimentos.
Equipos TGM 4 y TGM8 fabricados en Liudinovo se han empleado con anterioridad en la zafra azucarera, en particular los segundos, que operan en la isla desde desde hace dos décadas.
De acuerdo FCC, el contrato incluye la capacitación de los técnicos cubanos en la propia fábrica durante la fase de construcción de los equipos, y de hecho ya 15 operarios y 14 mecánicos recibieron esa preparación.
En una segunda fase, según FCC, ese adiestramiento continuará en el Taller de Angosta en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, en Cuba, junto a técnicos rusos para garantizar la puesta en marcha de las locomotoras.