El "abuelo de todos los nidos", según un chiste del exterminador Jude Verret, había 'engullido' la mitad de un cobertizo en Patterson, estado de Luisiana, trepando por las paredes, extendiéndose por el suelo y atrapando equipo doméstico.
Verret filmó su encuentro cercano con los peligrosos insectos. Usando un traje de protección y una máscara, se acercó al cobertizo donde se encontraba el nido. Miles de avispas salieron de allí para defender su hogar cuando comenzó a desmantelarlo con una pala en medio de una cacofonía de zumbidos enojados.