"A pesar de las mejoras en términos socioeconómicos a partir del crecimiento de la economía en el continente, la infancia continúa siendo el sector más pobre de la población y los esfuerzos deberían concentrarse en eliminar esa situación porque que es preocupante", señaló Pedernera, quien integra ese comité desde marzo de este año y hasta el 2021.
El crecimiento económico de la región se debió en gran parte al auge de las materias primas, pero la producción manufacturera no se desarrolló de la misma forma, consideró Pedernera.
"América siguió siendo una región generadora de materia prima pero que no la manufactura y eso tiene un correlato directo con la calidad del empleo; son solo algunos casos excepcionales los países que han podido mejorar la calidad del empleo y del ingreso, y eso se nota en la infancia", añadió.
Por ello, el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas llama a invertir en infancia pues "las inversiones en los primeros años de vida tienen un efecto multiplicador altamente relevante en el ciclo de vida de las personas", sostuvo el experto, quien también considera que para disminuir inequidades los Estados deben profundizar en la creación de programas sobre transferencias monetarias y redistribución de recursos.
Criminalización de la infancia
Asimismo Pedernera se mostró preocupado por la "criminalización de la infancia y la adolescencia" en América, pues en muchas ocasiones se acusa a los jóvenes de generar la violencia e inseguridad que vive la región y son, además, los más invisibilizados por las políticas.
Como ejemplo menciona el intento de varios países latinoamericanos de bajar la edad de imputabilidad penal, como ocurrió en Uruguay en 2014, cuando se realizó una consulta popular que finalmente no alcanzó los votos necesarios para aprobar la medida.
"Uruguay fue un ejemplo cuando intentó bajar la edad de imputabilidad; también en Brasil hoy se da un debate similar, en Argentina, en Honduras… y eso también es preocupante desde la perspectiva de derechos del niño", concluyó Pedernera.
El 20 de noviembre se celebra el Día Internacional de los Derechos del Niño y también ese mismo día, en 1989, se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado internacional que reconoce que los menores de edad son individuos con derecho de pleno desarrollo físico, mental y social, y que tienen derecho a expresar libremente sus opiniones.