"Hemos ganado en todas las regiones de Chile (…) Ahora se inicia una nueva etapa y vamos a trabajar con humildad, compromiso y esperanza", dijo Piñera desde su comando.
El candidato oficialista festejó el pasaje a la segunda vuelta y llamó al progresismo chileno a unir fuerzas para la segunda vuelta que se realizará el 17 de diciembre.
"Tengo la convicción de que hoy triunfó el futuro y no el pasado; necesitamos reconstruir la unidad profunda de los chilenos que estamos por los cambios", sostuvo y añadió: "Esta noche comienza un nuevo Chile, más amplio, más diverso, más solidario; las puertas están para todos abiertas".
No obstante la importante diferencia entre ambos candidatos, Piñera votó varios puntos por debajo de lo que le otorgaban las encuestas de opinión (alrededor de 44%) lo que llevó incluso a especular con la posibilidad de una victoria en primera vuelta para el exmandatario.
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En la misma línea, la inesperada votación de la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, arroja todavía mayor incertidumbre a lo que pueda ocurrir dentro de un mes.
"Piñera pasó de tener una elección ganada, a tener una elección ganable", ejemplificó Gonzalo Cordero, integrante del equipo del expresidente durante una mesa de debate en CNN Chile una vez conocidos los resultados.
La izquierda también celebra
Fundado en enero de este año, la coalición de izquierda Frente Amplio dio el gran batacazo de los comicios, luego que su candidata, la periodista Beatriz Sánchez, se quedara a las puertas de la segunda vuelta al recoger un inesperado 20,3% de los votos, más de 20 diputados y al menos un senador, según datos primarios.
"El Frente Amplio llegó y llegó para quedarse", dijo Sánchez desde su comando, donde la histórica votación se festejó como un triunfo pese a no lograr el pasaje al ballotage.
"Perdimos (el pasaje a segunda vuelta) por muy poco. Si esas encuestas hubieran dicho la verdad quizás sí estaríamos en segunda vuelta. Pusieron un escenario diciendo que estábamos afuera y era falso, estábamos adentro", aseguró.
Al igual que ha ocurrido últimamente en varias elecciones en todo el mundo, las encuestadoras están en el ojo de la tormenta en Chile, tras las importantes diferencias entre sus pronósticos y los resultados finales de los comicios.
Reforma y reconfiguración del Congreso
El antiguo sistema llamado "binominal" que favorecía a los candidatos de las dos grandes coaliciones de Chile, Nueva Mayoría (centroizquierda) y Chile Vamos (derecha), fue reemplazado por el sistema de representación proporcional "D'Hondt".
Este mecanismo es un método matemático para asignaciones de escaños que permite obtener el número de cargos electos asignados a las candidaturas, en proporción a los votos obtenidos.
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Asimismo, se amplió el número de escaños, pasando de 120 a 155 en Diputados y de 38 a 50 en Senadores.
En este escenario, la buena votación de Sánchez, y una presumible cercanía entre sus votantes y los de Guillier, dejan abierta la segunda vuelta pese a la distancia de 14 puntos que obtuvo Piñera sobre el candidato oficialista.
La presidenciable de izquierda, sin embargo, no se expresó sobre la postura que tomará su partido de cara al ballotage.
Histórica votación desde el extranjero
Un total de 39.137 chilenos residentes en 62 países estaban inscriptos para votar, de los que sufragó poco más de 50%.
Con 96,3% de mesas escrutadas en el exterior, Piñera obtuvo 31,13%; segundo quedó Guillier con 28,79% y tercera se ubicó Sánchez con 24,12%.
Los otros candidatos
También entre los candidatos menos votados se registraron resultados sorpresivos, tal el caso del derechista José Antonio Kast y la oficialista Carolina Goic, del histórico Partido Demócrata Cristiano.
La otra cara de la moneda le tocó a Goic, que recogió tan solo 5,88%, una de las peores votaciones en la historia de su partido, quedando en la quinta posición.
El diputado de la democracia cristiana, Gabriel Silber, calificó de "papelón" la votación de su partido.
Los otros candidatos, todos de izquierda, eran Marco Enríquez-Ominami (5,71%), Eduardo Artés (0,51%) y Alejandro Navarro (0,36%).
El fantasma que no fue
Las altas cifras de abstención electoral han sido un problema en Chile desde que se implementó el voto voluntario en 2012, en lo que se ha dado en llamar "el fantasma de la abstención", que se esperaba rondara también en esta primera vuelta.
Para el 19 de noviembre estaban habilitados para votar un total de 14.308.151 chilenos en su país, más unos 39.137 en el exterior.
La participación fue de aproximadamente 45,6%, es decir que votaron algo más de 6,6 millones de personas, una cifra que se encuentra, esta sí, dentro de lo que se preveía previo a los comicios.
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No obstante, la presidenta Bachelet, quien ya había instado a la ciudadanía a votar, llamó a reivindicar el valor del sufragio.
"Quiero que reivindiquemos el valor del voto; los invito a sumarse a esta nueva elección, que va a definir el futuro de Chile", dijo la jefa de Estado durante un breve discurso tras conocerse los resultados.
La segunda vuelta se realizará el próximo 17 de diciembre.