"El 21 de diciembre es una fecha clave, unas elecciones que no podíamos rechazar a pesar de saber que las convocaba ilegítimamente el Partido Popular [la formación política del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy] con una ofensiva político-judicial sin precedentes", afirma el líder independentista.
La mayoría de encuestas publicadas hasta el momento apuntan a que Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), el partido de Oriol Junqueras, será la formación política más votada en esos comicios, aunque sin un margen suficiente para formar gobierno por su cuenta.
Por el momento se desconoce si Junqueras encabezará desde prisión la lista electoral de ERC, aunque su carta de este miércoles parece indicar que, en cualquier caso, la candidata republicana a la presidencia de Cataluña será la secretaria general de la formación, Marta Rovira.
"Va siendo hora de que en este país una mujer esté al frente", afirma Junqueras, que define a Rovira como "una mujer que nunca se rinde, con una determinación y un convencimiento inigualables".
A diferencia de en la elecciones de 2015, ERC no se presentará en una lista conjunta con el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), el partido del expresidente Carles Puigdemont.
Además, Junqueras no cerró la posibilidad de alcanzar acuerdos en el futuro con el espacio político de Cataluña en Común y la rama catalana de Podemos, favorables al derecho a decidir aunque no a la independencia.
Lea también: El independentismo catalán vuelve a mirar al largo plazo tras no implementar la república
"Debemos tejer complicidades con aquellos que, desgraciadamente, equiparan República y 155. Por dolorosa e incomprensible que a veces nos resulte su actitud. Es igual. La mano debemos tenerla extendida", reza la carta.
Junqueras justifica esta afirmación diciendo que los miembros de Esquerra Republicana de Cataluña son demócratas antes que independentistas, por lo que no deben perder de vista la posibilidad de trabajar en favor de un "proyecto de convivencia global".
El expresidente catalán valoró como un éxito que el resto del mundo siga ahora de cerca la actualidad catalana y marcó como uno de los principales objetivos a futuro conseguir que la comunidad internacional avale su proyecto separatista ante "un Estado postfranquista".