Nuevos descubrimientos denotan "la verosimilitud de las sospechas noticiadas por la prensa de que los verdaderos propietarios de esa compañía aérea puede que no sean los bolivianos que figuran en sus actos constitutivos", dice el informe de la Fiscalía.
Sin embargo, según los fiscales brasileños en realidad la aeronave que se estrelló pertenecería al exsenador venezolano Ricardo Albacete, y su hija, Loredana Albacete participó en la operación que acabó llevando a los futbolistas brasileños en el avión rumbo a Medellín (Colombia), donde ocurrió el siniestro.
Loredana Albacete habría recibido en una cuenta bancaria de Hong Kong los 459.000 reales (140.000 dólares) que costó el desplazamiento de la plantilla a Colombia.
El accidente ocurrió el 29 de noviembre de 2016 y casi un año después los familiares aún no fueron indemnizados.
El equipo de fútbol Chapecoense debería pagar unos 400 millones de dólares en indemnizaciones, una cantidad muy superior a los tres millones de dólares de patrimonio que el club declaró tener en 2016.
Por otro lado, la empresa que aseguraba a LaMia, la boliviana Bisa, se negó a pagar un seguro de 25 millones de dólares por entender que el piloto y dueño de la empresa voló deliberadamente sin el combustible necesario, poniendo en riesgo a los pasajeros.
El avión del vuelo 2933 de LaMia se estrelló en Cerro Gordo (cerca de Medellín) la noche del 28 de noviembre (29 de noviembre en Brasil) con 77 personas a bordo (71 perdieron la vida y seis fueron rescatadas con vida).
Los pasajeros eran futbolistas, equipo técnico, periodistas e invitados del Chapecoense, un equipo de fútbol menor de Brasil que viajaba a Medellín para disputar la final de la Copa Suramericana de ese año contra el Atlético Nacional.