"Lo más importante para luchar contra el trabajo infantil es la voluntad política", aseguró Satyarthi tras intervenir en la apertura de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil que se desarrolla en Buenos Aires desde este martes y hasta el jueves.
En la lucha contra la esclavitud infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas, los poderes ejecutivos de cada país tienen una incidencia muy relevante, detalló Satyarthi.
"El papel del Gobierno es importante para asegurar que haya buenas leyes y que esa legislación, efectivamente, se esté poniendo en práctica", añadió.
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En segundo lugar, continuó el ingeniero de 63 años de edad, "se precisan establecimientos reales y adecuados para la protección de los niños".
A través de su entidad, Satyarthi lideró en 1998 la Marcha Global Contra el Trabajo Infantil, que recorrió 80.000 kilómetros a lo largo de 103 países para pedir una respuesta global a un problema que afecta a 152 millones de niñas y niños en todo el mundo, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pacto de consenso
Convencido de que el trabajo infantil acentúa y hunde en la pobreza a los niños que son utilizados como mano de obra barata, el Premio Nobel de la Paz destacó la importancia de lograr un pacto de consenso entre el poder político, las corporaciones y las organizaciones sociales para erradicar definitivamente el trabajo forzoso y la esclavitud infantil.
El trabajo forzoso somete en todo el planeta a 25 millones de personas, entre las que se encuentran 5,7 millones de menores de edad.
"Es por ello que deberíamos estar más preparados", sostuvo Satyarthi.
En la conferencia que organiza el Gobierno argentino con el respaldo de la OIT se abordará esta problemática en distintos paneles de trabajo.
El director general de la OIT, Guy Ryder, dijo en el acto de apertura que desde la celebración de la primera edición de esta conferencia, 20 años atrás en Oslo, el trabajo infantil se redujo en 100 millones de niños, pero advirtió que en los últimos cuatro años se detectó una "desaceleración significativa" en este ímpetu para terminar con el trabajo infantil.
"Se puede, claro que se puede", insistió.
Para ello, "tenemos que ser más competentes, porque (nos encontramos ante) esta gente que son mafias, gente muy poderosa, y hay que luchar contra el negocio del trabajo forzoso", concluyó.
Satyarthi recibió en 2014 el Premio Nobel de la Paz junto a la activista paquistaní Malala Yousafzai, defensora del derecho a la educación de las niñas en su país lo que la hizo víctima de un atentado a balazos de un grupo terrorista vinculado al Talibán.