En Buenos Aires, la Universidad Metropolitana del Trabajo (UMET), con el auspicio de Sputnik, realizó un debate donde se habló de la trascendencia mundial, cultural y social de la Revolución y sus efectos para la región.
"Este proceso revolucionario implicó para muchos historiadores el comienzo del siglo XX, así como la implosión de la Unión Soviética también se tradujo en la finalización del siglo y la apertura de una realidad de marcada incertidumbre en el mundo", señaló el rector de la Umet, Nicolás Trotta, en la apertura del evento.
Sin embargo, a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989, se empezó un lento pero contante desmantelamiento del Estado de Bienestar."Hoy, cuando cierta literatura se imagina el fin del mundo pero no el fin del capitalismo, se ha perdido la capacidad de imaginar mejores realidades", concluyó.
Para Montes, "la Revolución bolchevique no solo fue transformadora en Rusia sino en Asia, África, América Latina", como se puede ver en los ejemplos de Cuba, Granada, Nicaragua y Chile.
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Ese enorme poder soviético quedó claro cuando, a fines de los años 50, Yuri Gagarin fue ovacionado en Nueva York en plena Guerra Fría. "Imaginen hoy, cuando a Rusia se la acusa de hackeo a las elecciones en Estados Unidos, cuando hay una especie de rusofobia, a Gagarin, venerado en el tempo del capitalismo".
Baña recordó que la ‘intelligentsia', esa capa culta de la sociedad, fue el semillero de las ideas políticas de esos años y destacó que "los artistas no esperaron a 1917 para revolucionarse. Ellos ya estaban experimentando cómo sería un mundo nuevo". Rusia vio nacer varias corrientes de vanguardia como el simbolismo, el futurismo y el suprematismo. El profesor destacó las novelas futuristas donde se pensaba una sociedad nueva, y remarcó que el género literario por excelencia de la Revolución fue la poesía, con Vladimir Mayakovski y Aleksandr Blok como sus mayores exponentes.
Surgieron nuevas tendencias musicales e incluso el primer instrumento electrónico, el teremin, nació un movimiento de orquestas sin directores con todos los músicos en pie de igualdad, y hasta la moda se revolucionó, con el diseño de ropa de cuero e incluso con las corrientes nudistas que destacaban la igualdad. En la arquitectura, se llegó al extremo de pensar en rascacielos horizontales.
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Sin embargo, comentó Vyazmitinov, la valoración de los eventos de hace un siglo "sigue provocando una profunda división en Rusa contemporánea". Entre algunos aspectos destacados por los partidarios de la Revolución, Vyazmitinov destacó que gracias a los eventos de 1917 fue posible construir un Estado fuerte, desarrollar un vertiginoso proceso de industrialización, eliminar la pobreza y aumentar el nivel de vida, todo lo cual le permitió a la URSS aparecer como un factor muy influyente en el mapa mundial y conducir a otros países a seguir el mismo modelo, además de los logros como la victoria sobre la Alemania fascista.
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Por el contrario, los críticos señalan que la Revolución dio inicio a la represión contra los que piensan distinto, a la persecución religiosa y de las minorías étnicas, además de lo cual hizo que el país quedara casi aislado políticamente, destacó Vyazmitinov.
Cerró las intervenciones la periodista Telma Luzzani, conductora del programa Voces del Mundo. Luzzani destacó que esta Revolución "nos dio la pauta de que fue posible transformar Rusia, un país rural, atrasado, en la segunda potencia del mundo", lo cual permitió a la URSS ser un "contrapeso al capitalismo" durante décadas. Su desaparición dejó expuesta "la verdadera cara del capitalismo".
"Tenemos el desafío de pensar cómo lograr otra vez este bienestar para las mayorías. Si fue posible hace cien años, talvez sea posible en el siglo XXI. Nos queda un interrogante muy difícil de responder", concluyó.